Las recientes elecciones locales en el Reino Unido han visto una aplastante derrota para el partido conservador, que está en el poder. El Partido Laborista, el partido de la oposición, está pidiendo elecciones anticipadas, y dentro del Partido Conservador, las voces de crítica a la dirección se están intensificando, haciendo que la situación política sea muy volátil.

En las elecciones celebradas el pasado día 2, que abarcaban 107 consejos locales, los conservadores obtuvieron un resultado desastroso, perdiendo 474 escaños en comparación con su resultado anterior. Según la BBC, los conservadores lograron 515 escaños, pero el Partido Laborista ganó 1.158 escaños, lo que supone un aumento de 186 escaños.

Esta aplastante derrota para el Partido Conservador, que ha estado en el poder durante mucho tiempo desde 2010, se atribuye a la creciente frustración pública debido al caos del Brexit, el fracaso en la respuesta a la COVID-19 y las políticas de reducción de impuestos extremas. De hecho, una encuesta de opinión pública realizada por la empresa de sondeos YouGov entre el 30 de abril y el 1 de mayo mostró que el 44% de los encuestados votarían por el Partido Laborista, mientras que solo el 18% votaría por el Partido Conservador. Esto sugiere que existe una alta probabilidad de un cambio de gobierno.

El Partido Conservador está sumergido en un ambiente de pesimismo ante los resultados de las elecciones locales. El ex secretario de Interior, Priti Patel, escribió un artículo para los medios de comunicación en el que abogaba por una respuesta contundente del gobierno, incluyendo políticas de inmigración más estrictas y recortes fiscales a gran escala. Esto se ha interpretado como una crítica a la capacidad de liderazgo del primer ministro Sunak.

Por su parte, el líder laborista, Keir Starmer, respondió a los resultados de las elecciones locales diciendo que "los votantes están pidiendo un cambio liderado por el Partido Laborista" y pidiendo al primer ministro Sunak que convoque elecciones generales tan pronto como sea posible. Con las elecciones generales previstas para enero del próximo año, el Partido Laborista se ha animado con los resultados de las elecciones locales y espera recuperar el poder.

Dentro del Partido Conservador, algunas voces sugieren que es necesario revisar las políticas, además de culpar a la dirección. Se critica al partido por no haber encontrado soluciones adecuadas a la subida de los precios de la vivienda y el coste de la vida, y por no haber resuelto la crisis del NHS.

Algunos en el mundo político creen que el Partido Conservador está perdiendo incluso el apoyo de los votantes que le permitieron ganar las elecciones generales de 2019. La recuperación del Partido Laborista en el norte del país parece ser una prueba de ello.

La política británica está sumida en el caos tras el golpe de las elecciones locales. El partido en el poder se enfrenta a la presión de unas elecciones anticipadas y a la necesidad de resolver la inestabilidad interna, mientras que el partido de la oposición espera aprovechar la oportunidad para derrocar al gobierno. Habrá que seguir de cerca la evolución del panorama político británico.