Una "reunión de protesta nacional" para exigir el regreso de los ciudadanos japoneses secuestrados por Corea del Norte tuvo lugar el 11 de de este mes en Tokio. El Primer Ministro Fumio Kishida también asistió y dijo: "Quiero llevar a cabo conversaciones directas de alto nivel para lograr una cumbre entre Japón y Corea del Norte. Haré todo lo posible para lograrlo".

El Primer Ministro Kishida agregó: "Para abordar estos complejos problemas, la comunicación directa y el establecimiento de relaciones entre los líderes son extremadamente importantes".

En la reunión de este día, los familiares de las víctimas, que han estado separados de sus seres queridos durante décadas debido al secuestro de ciudadanos japoneses por el régimen norcoreano, subieron al estrado para expresar su dolor por la situación y suplicar el regreso seguro de sus familiares secuestrados. El gobierno japonés ha reconocido oficialmente 17 casos de ciudadanos japoneses secuestrados por Corea del Norte, pero se estima que el número real de víctimas es mucho mayor.

Si bien los caminos y el momento en que las víctimas fueron llevadas a Corea del Norte varían, se ha confirmado que muchos japoneses fueron secuestrados en varias partes de Japón por agentes norcoreanos desde finales de la década de 1970 hasta principios de la de 1980. La mayoría de ellos eran jóvenes de entre 10 y 20 años en ese momento, y fueron engañados y secuestrados por agentes norcoreanos que se hicieron pasar por traficantes de inmigrantes ilegales.

El gobierno japonés tiene la intención de intensificar aún más la presión sobre Corea del Norte y los esfuerzos diplomáticos para rescatar a los secuestrados a raíz de esta reunión nacional de protesta. Las familias de las víctimas también están clamando que su vida pacífica podría ser la última, por lo que están pidiendo que el gobierno y los ciudadanos unan sus fuerzas para establecer medidas rápidas.