El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó el 13 de este mes los resultados de su consulta periódica con el gobierno japonés. En esta consulta, se discutieron como temas principales la dirección de las futuras subidas de tipos de interés del Banco de Japón y los esfuerzos del gobierno para sanear las finanzas públicas.

El FMI recomendó que el Banco de Japón aumente las tasas de interés "a un ritmo gradual". Recientemente, con el fuerte debilitamiento del yen y la presión al alza de los precios, ha aumentado el interés en Japón por la "actitud restrictiva" del Banco de Japón. Esta recomendación del FMI se interpreta como una opinión de que el Banco de Japón debe frenar hasta cierto punto.

Además, el FMI hizo hincapié en que "la consolidación fiscal es necesaria tanto en los ingresos como en los gastos" para el gobierno japonés. Esto parece sugerir que se requieren esfuerzos en ambas direcciones, no solo recortes de gastos, sino también una expansión de los ingresos fiscales a través de aumentos de impuestos.

Por otro lado, el FMI mantuvo su previsión anterior del crecimiento económico de Japón en un 0,9% para este año y un 1,0% para el próximo. También predijo que "el consumo se recuperará a partir de finales de 2024 hasta 2025 debido al aumento de los salarios y la desaceleración de la inflación".

Sin embargo, expresó su preocupación por la continua escasez de mano de obra en Japón, calificándola de "desafío a largo plazo". Esto se interpreta como una indicación de que los problemas como el rápido envejecimiento de la población y la disminución de la población siguen existiendo.

Se ha sugerido que las recomendaciones del FMI podrían diferir en cierta medida de la dirección política que los reguladores financieros y el gobierno japoneses estaban considerando recientemente para abordar la inflación. El mercado interpreta la postura revisada del FMI como una "solución" algo más moderada.