El gobernador de la prefectura de Osaka, Yoshimuri, anunció el 27 de que está considerando prohibir el uso de teléfonos móviles por parte de los ancianos en los cajeros automáticos mediante una ordenanza. Si esta ordenanza se aprueba,será la primera en todo Japón.

El gobernador Yoshimuri declaró: "Estamos considerando enmendar la ordenanza para fortalecer las medidas contra los fraudes especiales", y reveló un plan concreto para prohibir el uso de teléfonos móviles por parte de los ancianos en los cajeros automáticos.

En la prefectura de Osaka, el año pasado se registraron 2.656 casos de fraude especial, el mayor número de la historia, y el total de pérdidas ascendió a unos 3.700 millones de yenes (= alrededor de 32.000 millones de wones, unos 23 millones de dólares estadounidenses). Esto significa que se producen pérdidas de unos 10 millones de yenes (= alrededor de 86 millones de wones, unos 62.000 dólares estadounidenses) cada día.

En la revisión de la ordenanza, dado que los delincuentes suelen dar instrucciones a los ancianos a través de teléfonos móviles, la prohibición se limita a las personas de 65 años o más. Prohibir el uso de teléfonos móviles es algo que no se ha hecho nunca en Japón. El gobernador Yoshimuri enfatizó: "Creo que es un delito muy malicioso. Es robarles a los abuelos y las abuelas los ahorros que han acumulado con tanto esfuerzo, así que hay que hacer todo lo posible para detenerlo".

Por otro lado, si se modifica la ordenanza, se necesitarían instalaciones para poder comprobar si se está utilizando un teléfono móvil en los cajeros automáticos sin personal, pero el gobernador Yoshimuri está pidiendo a las instituciones financieras que asuman los costes. También ha expresado su deseo de presentar el proyecto de enmienda al parlamento en febrero del próximo año, pero los responsables de los bancos han expresado su preocupación, diciendo: "Parece que vamos a tener mucho trabajo", "No es un problema individual de cada banco, sino que tendrá que ser abordado por todos los bancos de la prefectura de Osaka".

Además, ha expresado su deseo de obligar a comprobar el propósito de la compra al vender tarjetas prepago en tiendas de conveniencia, etc.

Esta revisión de la ordenanza se interpreta como una medida enérgica para hacer frente al delito de fraude especial, que se ha convertido en un problema grave en la sociedad japonesa. En particular, dado que los delitos contra los ancianos son constantes, es de destacar la eficacia de esta ordenanza.