Organizar la casa no es fácil para nadie. Desde espacios pequeños como escritorios, armarios o zapateros, hasta la gestión general de los bienes, mantener todo limpio y ordenado es una tarea difícil. Sin embargo, vivir en un espacio bien organizado te da paz mental y mejora tu concentración. Hoy te presentamos algunos consejos para que puedas organizar cada rincón de tu casa, con ayuda de un experto en organización y almacenamiento.

Antes de empezar a organizar tu casa, es importante tener la actitud correcta. En lugar de verlo como una "obligación", es mejor pensar en ello como una "oportunidad" para mejorar tu calidad de vida. También es recomendable establecer de antemano el tiempo y la cantidad de trabajo que dedicarás a la organización. Fijar un tiempo, ya sea 10 minutos o 30 minutos, y programar una alarma te ayudará a concentrarte. Si empiezas pensando "solo 10 minutos", el tiempo pasará rápido y podrás hacer muchas cosas.

También es buena idea tomar fotos del espacio antes y después de comenzar a organizar. Al ver las fotos de antes, te darás cuenta de que el desorden no era tan obvio. Además, al ver las fotos "después", te sentirás más satisfecho. Puedes poner algo de música suave mientras trabajas para crear un ambiente agradable.

La organización en sí comienza por sacar todos los objetos. Saca todo lo que hay en los muebles, armarios, etc. para que puedas ver con precisión qué tienes y cuántas cosas tienes. Si te parece demasiado para hacerlo de una sola vez, empieza por un espacio pequeño como un cajón de la cocina o una caja de cartón.

Luego, separa los objetos según su "uso". Es mejor deshacerte de los objetos que no se usen, pero si te cuesta deshacerte de ellos, puedes regalárselos a un amigo o ponerlos a la venta en Internet. Sin embargo, no debes borrar las cosas que utilizas al menos una vez al año.

No es recomendable clasificar los objetos según su "posibilidad de uso". Si algo se puede usar o no está roto, tener objetos que no usas es un desperdicio. Lo importante es evaluar la utilidad de los objetos según tu "vida actual".

Una vez que hayas clasificado los objetos, tienes que decidir dónde guardarlos. Los objetos de uso diario deben guardarse en el espacio que va desde la altura de las rodillas hasta la de la cabeza, mientras que los objetos que no se usan con tanta frecuencia deben guardarse por debajo. Es más fácil encontrar las cosas si las organizas por categorías. Si hay otras personas en casa, también es eficaz organizarlas por usuario. También es cómodo colocar los objetos teniendo en cuenta el flujo de movimiento por la casa.

Por último, es importante mantener el espacio ordenado de forma continuada. Cuando compres un objeto nuevo, asegúrate de que tienes espacio para guardarlo. Si tienes demasiados objetos, antes de comprar uno nuevo, es recomendable deshacerte de uno antiguo. Si asignas una ubicación a cada objeto y lo devuelves a su lugar después de usarlo, puedes mantener la casa organizada de forma permanente.