El conflicto entre Israel y Palestina se remonta a hace dos mil años. Después de la destrucción del reino judío por el Imperio Romano, los judíos fueron expulsados de su tierra natal y dispersados. En el siglo XIX, surgió el movimiento sionista, que soñaba con el regreso a su patria, y los judíos negociaron con Gran Bretaña, que gobernaba entonces la región de Palestina, y en 1947, la Resolución de las Naciones Unidas sobre la partición de Palestina fue aprobada, lo que permitió la fundación de Israel en 1948.

Sin embargo, en este proceso, muchos palestinos tuvieron que abandonar sus hogares, lo que provocó la Primera Guerra Árabe-Israelí. Desde entonces, los conflictos entre Israel y Palestina han continuado, y en 2006, la victoria del grupo extremista islámico Hamás en las elecciones al parlamento palestino agravó la situación. Hamás se hizo con el control de la Franja de Gaza y atacó a Israel, lo que provocó que Israel intensificara sus ataques contra la Franja de Gaza.

En octubre de 2023, se produjo un nuevo enfrentamiento a gran escala entre Israel y Hamás, y muchos residentes perdieron sus hogares en la Franja de Gaza. Según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), actualmente hay 5,9 millones de refugiados palestinos, más de 2 millones de los cuales están concentrados en la Franja de Gaza. Gaza es una zona densamente poblada, con 360 kilómetros cuadrados y una densidad de población de 5.555 personas por kilómetro cuadrado. Los refugiados se encuentran atrapados en un ambiente difícil, con falta de electricidad, agua potable y servicios médicos.

A pesar de las ayudas humanitarias que proporcionan las Naciones Unidas, las ONG internacionales y los gobiernos de varios países, es necesaria la cooperación de ambas partes, Israel y Palestina, para lograr una paz duradera. Recientemente, el ejército israelí ha ordenado una evacuación temporal a los residentes de la zona de Rafah, en el extremo sur de Gaza, lo que sugiere la posibilidad de una operación terrestre en el futuro, presumiblemente como una forma de presionar a Hamás.

La seguridad de los residentes de Rafah se ve aún más amenazada por la situación de combate que continúa en Gaza durante ocho meses y el estancamiento entre Israel y Hamás. El ejército israelí ha designado las zonas costeras de Mawasi y partes de Han Yunis como puntos de evacuación para los residentes de Rafah, pero parece insuficiente para alojar un desplazamiento a gran escala. Existe la preocupación de que las víctimas mortales entre los residentes de Rafah sean inevitables si la situación actual se convierte en una guerra terrestre.