El ejército chino comenzó ejercicios militares conjuntos a gran escala alrededor de Taiwán a partir del 23 de este mes. Esta simulación se interpreta como una respuesta al discurso de toma de posesión de la recién investida presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, así como un mensaje de presión y advertencia para las fuerzas independentistas de Taiwán.

El gobierno chino reaccionó con fuerza al discurso de toma de posesión de la presidenta Tsai, en el que dijo que "Taiwán no es parte de China". El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China dijo: "Las fuerzas independentistas de Taiwán tendrán un destino desastroso ante la tendencia histórica de la reunificación completa de China", y criticó duramente al gobierno de Tsai por negar el principio de "una sola China".

El Comando del Este de China anunció que llevaría a cabo la simulación en una amplia zona marítima, incluyendo el norte, el sur y el este del territorio principal de Taiwán, así como las aguas alrededor del archipiélago de Kinmen y el archipiélago de Matsu. Decenas de aviones de combate realizaron actividades de reconocimiento de combate alrededor del territorio principal de Taiwán y los archipiélagos, y los buques de guerra, incluidos destructores y fragatas, realizaron simulacros de ataques conjuntos.

Al mismo tiempo, la Guardia Costera de China también realizó "ejercicios de aplicación de la ley" en aguas cercanas a Taiwán. China suele llevar a cabo simulacros conjuntos de fuerzas de policía armadas con la armada, y se dice que esta vez participaron 31 buques, incluidos buques de guerra y barcos de la Guardia Costera, y 42 aeronaves, incluidos aviones de combate y aviones de alerta temprana.

El Ministerio de Defensa de Taiwán emitió un comunicado en el que condenaba con firmeza los ejercicios militares unilaterales de China como "una provocación irrazonable que socava la paz y la estabilidad regionales". El portavoz de la oficina presidencial de Taiwán también lamentó la provocación militar unilateral de China.

Por otra parte, se cree que los ejercicios militares a gran escala del ejército chino también tienen como objetivo disuadir a Estados Unidos. El viceportavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China argumentó que "Estados Unidos debe detener el apoyo a las fuerzas independentistas de Taiwán y la interferencia en los asuntos internos de China". Esto se interpreta como una advertencia directa dirigida a Estados Unidos, que continúa vendiendo armas a Taiwán.

Los expertos han analizado que el objetivo de estos ejercicios militares es que China muestre su capacidad de bloqueo marítimo y aéreo de Taiwán. También se ha planteado la posibilidad de que se hayan realizado simulacros parciales durante la preparación. Aunque no son simulacros de alta intensidad como disparos con munición real, se espera que estos ejercicios aumenten la presión y la disuasión de China sobre Taiwán.