En medio de la preocupante disminución de la tasa de natalidad en Japón, la tasa de natalidad de Tokio para 2023, publicada el pasado 5 de mayo, fue de 0,99, la primera en todo el país en caer por debajo de 1. La tasa de natalidad nacional también alcanzó un mínimo histórico de 1,20, lo que agrava aún más el problema de la baja natalidad.

Una mujer de 30 años de Tokio dijo: "Estoy preocupada. Cada vez hay menos jóvenes, y si hay menos personas trabajando, ¿cómo funcionará la sociedad?". Un hombre de 60 años dijo: "Nos cuesta sobrevivir, así que creo que tener hijos es una irresponsabilidad".

Los expertos señalan que para mantener la población, la tasa de natalidad debe mantenerse al menos en 2,07, y advierten que la solución al problema de la baja natalidad es una situación que no se puede posponer más.

En este contexto, Nagi-cho, en la prefectura de Okayama, está atrayendo la atención como un ejemplo exitoso de superación del problema de la baja natalidad.

Nagi-cho es un pueblo montañoso rico en naturaleza con una población de 5.560 habitantes. Este pueblo ha logrado una tasa de natalidad cercana al doble del promedio nacional gracias a sus esfuerzos independientes, y se le conoce como el "pueblo milagroso".

¿Cuál es el secreto de Nagi-cho?

La clave es crear un entorno favorable para criar niños.

Nagi-cho está implementando una variedad de políticas de apoyo centradas en su "guardería" inaugurada en abril.

211 niños de 0 a 5 años asisten a esta guardería, y la cuota de cuidado para menores de 3 años varía según los ingresos, pero es la mitad del estándar nacional. Para niños de 3 a 5 años, la guardería es gratuita, y aquellos que lo deseen pueden utilizar el "servicio de suscripción de pañales" para pañales de bebé ilimitados.

Nagi-cho está haciendo todo lo posible para reducir la carga de criar hijos.

La "tasa de fertilidad total específica" de Nagi-cho alcanzó un máximo de 2,95 y se mantiene en un alto nivel de 2,21 en la actualidad.

Nagi-cho proporciona una asignación de 15.000 yenes al mes por niño a quienes cuidan a sus hijos en casa en lugar de llevarlos a la guardería. Además de esto, también brindan apoyo económico a los padres con un pago de 100.000 yenes por nacimiento, apoyo académico para estudiantes de secundaria, servicios médicos gratuitos y otros servicios para apoyarlos de forma continua.

Los esfuerzos de Nagi-cho para superar la baja natalidad se remontan a hace 22 años, cuando el pueblo se enfrentó a la amenaza de la "extinción" cuando surgió la posibilidad de una "fusión" con otros municipios.

En ese momento, Nagi-cho redujo el número de empleados y legisladores, revisó y optimizó los proyectos públicos, y logró una reducción de costos radical para aumentar el presupuesto para la crianza de los niños.

Un residente de 70 años de Nagi-cho dijo: "No es malo que haya más gente. Espero que la ciudad recupere su vitalidad y vuelva a ser como antes".

La alta tasa de natalidad de Nagi-cho es el resultado de los esfuerzos conjuntos de todas las generaciones para criar niños.

Takahiro Inoue, del departamento de planificación de información de Nagi-cho, enfatizó: "Si los jóvenes permanecen en la ciudad, se mantienen las infraestructuras importantes para la vida local, como tiendas y hospitales. El apoyo a la crianza de los niños no solo es para los niños, sino que también es necesario para los ancianos".

El caso de éxito de Nagi-cho para superar la baja natalidad tiene importantes implicaciones para la sociedad japonesa y ofrece valiosas lecciones que otros lugares pueden aprender.